martes, 6 de septiembre de 2011

COSAS DE VALENTÍA Y DE DISCRIMINACIÓN.

La perspectiva de la discapacidad no pasa por el icono Teletón, no pasa por la lastima, la humanidad ni el amor, solo pasa por el respeto que finalmente podamos tener los unos a los otros. El termino diversidad se ha pegado hace ratito en nuestra sociedad, pero en ves de llevarlo como un cartel orgulloso el cual representa nuestros derechos, deberíamos llevarlo como un deber ciudadano, de respetar para ser respetado. 

Trabajando en un colegio especial el pan de cada día es encontrarnos con uno que otro acto irreprochable para nuestros ojos que están fundidos en el amar la vida y la diversidad, y son esos actos cobardes que me hacen mella, me dan hambre de levantar la voz y gritar, de hacer ver de alguna forma que el valor real de los seres humanos no es material ni mucho menos físico, de hacer ver aquellos ciegos por elección propia, que el valor de cada quien lo da la fortaleza interior. 

El sábado 8 de mayo se realizo la maratón familiar de rancagua, y el kinesiólogo de nuestro colegio especial Divina Esperanza, Rodrigo Muse, quien trabaja en colegios especiales y colegios integrados de nuestra ciudad, tuvo la motivadora idea de incluir a unos de sus alumnos a esta actividad, Jose, un joven con discapacidad quien debe usar silla de ruedas para transportarse, debió sortear mas de algún obstáculo para llegar a la meta. La actividad programada estaba como siempre contemplando la participación de personas "normales", pero lo que olvidan las personas normales que organizan estas actividades, es que el termino normal es subjetivo. 

Sin abandonar la tarea Jose y su acompañante tuvieron que pasar por muchos problemas, no solo el ritmo de la masa los había dejado, no solo el pavimento era un campo de batalla, ademas tuvieron que lidiar contra las actitudes de discriminadores, sin mas ni más la ambulancia que protegía la maratón los pasa, y Jose queda atrás arrinconado en una orilla luchando contra cada vehículo que lo debía pasar a cada segundo, aun así, la valentía que caracteriza siempre a quienes han tenido que esforzarse mas que el resto hizo que Jose no se rindiera y llegara a la meta entre aplausos de quienes valoraron su logro.

Reflexiono como pasaron su familia esa jornada, el orgullo de su admirable hazaña compensa todo, pero por un momento deberíamos decir basta y no dejar la tarea a las familias y a las personas que trabajan con quienes solo necesitan respeto como todos.

Me imagino que habrá pensado Jose ese día, como se debe sentir luchar contra la corriente, convertirse en un salmón, pues al final Jose con esa gran experiencia es el pez mas grande de todos. 

.....escrito el 11 de junio del 2011.

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